Un agujero negro expulsado de su galaxia

Un agujero negro expulsado de su galaxia

Un agujero negro expulsado de su galaxia

Los investigadores creen que  se debe a una emisión asimétrica de ondas gravitacionales.

Casi todas las galaxias de gran tamaño albergan en su centro un agujero negro supermasivo. Ahora se ha detectado uno de estos objetos apartado 35.000 años luz del centro de su galaxia. Es la primera vez que se observa un agujero negro supermasivo tan alejado del lugar en el que cabría esperar encontrarlo. Además, las mediciones espectroscópicas del gas que rodea al coloso indican que este se estaría alejando del centro galáctico a una velocidad de 7,5 millones de kilómetros por hora, o 2000 kilómetros por segundo. El trabajo, firmado por Marco Chiaberge, del Instituto para la Ciencia del Telescopio Espacial, y otros investigadores, se publica en Astronomy and Astrophysics.

Aunque en el pasado se han detectado otros agujeros negros supermasivos que también parecían estar escapando de su galaxia hospedadora, las pruebas al respecto nunca han sido concluyentes. El curioso fenómeno referido ahora ha sido observado en 3C 186 —una galaxia distante que los astrónomos ven hoy tal y como era hace unos 8000 millones de años (presenta un desplazamiento al rojo de 1,07)— gracias a las imágenes del telescopio espacial Hubble y datos del observatorio de rayos X Chandra y el Sondeo Digital del Cielo Sloan. Los investigadores estiman que la masa del agujero negro asciende a unos 1000 millones de masas solares y que la energía necesaria para expulsarlo equivaldría a la de 100 millones de supernovas explotando a la vez. ¿Cómo explicar semejantes cifras?

Las ondas gravitacionales son perturbaciones del espaciotiempo que se propagan a la velocidad de la luz. Predichas por la teoría de la relatividad general de Albert Einstein, se generan cuando objetos muy masivos sufren fuertes aceleraciones. Hace poco más de año y medio, el Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser (LIGO), en EE.UU., consiguió detectarlas de forma directa por primera vez. En los dos casos confirmados hasta ahora, las ondas también fueron producidas por la colisión y posterior fusión de dos agujeros negros. Sin embargo, se trataba de agujeros negros de masa estelar; es decir, millones de veces menos masivos que los que suelen ocupar el centro de las grandes galaxias.

 

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